España recuerda en silencio a los fallecidos por el coronavirus. Desde la medianoche, el país se encuentra de luto oficial y a las 12:00 horas todas las instituciones públicas han guardado un minuto de silencio en memoria de las más de 27.000 personas que han perdido la vida como consecuencia de la pandemia.
La Familia Real ha rendido homenaje a las víctimas de la COVID-19 desde los jardines del Palacio de la Zarzuela. Allí, la bandera ha ondeado a media asta y ha sonado una marcha fúnebre en presencia de los reyes Felipe VI y Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, todos ellos de riguroso luto.
Mientras, en el Congreso, donde este miércoles se celebra una nueva sesión de control al Gobierno, los diputados también han guardado un minuto de silencio durante el pleno, mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta Carmen Calvo y la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, lo hacían desde el Palacio de la Moncloa junto a los trabajadores del complejo.
La imagen se repetía en la Puerta del Sol, donde el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha rendido homenaje a las víctimas, y en el Palau de la Generalitat catalana, así como en ayuntamientos de todo el país, que se encuentra de luto desde la medianoche, hospitales y empresas.
Comienza un duelo nacional de 10 días
El Gobierno ha decretado 10 jornadas de luto nacional en memoria de las personas fallecidas, el periodo de duelo más largo establecido en democracia. Durante estos 10 días, la bandera ondeará a media asta en todos los edificios públicos, buques de la Armada y legaciones en el extranjero.
Así lo establece un inusual Boletín Oficial del Estado (BOE) que explica estos 10 días de luto nacional "porque es bueno que la sociedad que trabaja junta por el bien común pueda manifestar también junta su dolor":
"Porque es bueno que la sociedad que trabaja junta por el bien común pueda manifestar también junta su dolor, porque es digno consolidar los vínculos sociales con un duelo colectivo y unitario en recuerdo de todas las víctimas provocadas por la violencia, el terror, las catástrofes o la enfermedad, porque es justo homenajear a los compatriotas que han sacrificado sus vidas en el cumplimiento del deber ante una amenaza insólita contra la salud y el bienestar de la Nación, porque es necesario expresar el respeto a las generaciones mayores que, después de trabajar durante años difíciles por nuestro progreso, se han visto especialmente afectadas por la pandemia, y porque es proporcionado expresar el convencimiento de que la valoración de los cuidados en las decisiones públicas es la apuesta más fecunda por el futuro".