Sin dinero, enfermos, atrapados con deudas pendientes o directamente explotados por las mafias ha llevado a los inmigrantes a intentar llegar a Europa. Muchos de ellos prefieren no arriesgarse a tratar de acceder en Ceuta y Melilla y desean volver a su país. Para facilitar ese regreso, el Gobierno de España participa junto a otros países europeos financiando un programa de retorno voluntario que ya ha ayudado a 4.269 personas desde 2005 y a 158 en lo que va de año.

Según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) este programa "tiene como fin dar respuesta humana a la gestión de la migración irregular en Marruecos. Uno de sus principales objetivos es ayudar a los inmigrantes en situación irregular en Marruecos, a menudo en situación de peligro y de vulnerabilidad, que deseen regresar voluntariamente a su país de origen".

El sistema, básicamente, se fundamenta en sufragar el regreso a su casa de estas personas además de una aportación que ronda los 500 dólares "para empezar de nuevo" en su país de origen, según han informado fuentes conocedoras de estos trabajos, que llaman la atención sobre lo que significa esa dotación económica en regiones de África donde la 'renta per cápita' es muy reducida.

En esta iniciativa colaboran los Gobiernos de Suiza, Holanda, Bélgica y España (además del apoyo de Marruecos). El Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz otorga mucha importancia a este mecanismo contra la inmigración irregular y por ello trabaja para concienciar a sus socios europeos para que se unan y dar una mayor respuesta de forma más contundente a esta realidad de desamparo que viven muchos inmigrantes en Marruecos.