El PP de Madrid ha defendido la continuidad de su exgerente, Beltrán Gutiérrez Moliner, como trabajador del partido, tras su dimisión del cargo después de conocerse que había gastado 58.000 euros con una de las tarjetas opacas de Caja Madrid. En un comunicado, el PP de Madrid explica que el exgerente nunca fue despedido y que en su caso no ha habido una "baja encubierta" ni "nada engañoso", tras la publicación de informaciones que apuntan a que fue contratado por el partido de Madrid al día siguiente de dejar su puesto de gerente.
Antes de su cese como gerente, la cuenta de cotización de Gutiérrez Moliner estaba adscrita a la dirección nacional del PP y, tras su abandono del cargo, se ha asignado al Partido Popular de Madrid, recalca la nota, que añade que el exgerente trabajaba para la formación antes de ser nombrado en su antiguo cargo y mantiene su antigüedad. En su anterior puesto, Gutiérrez Moliner ha sido relevado por Guillermo Mayoral, cuya cuenta de cotización dependía del PP de Madrid y ahora está adscrito a la dirección nacional.
Por ello, el PP de Madrid defiende que lo ocurrido se reduce a trámites administrativos y que "cualquier otra forma de ver este asunto es contrario a la verdad y busca fines diferentes al hecho en sí". Gutiérrez Moliner anunció el pasado 7 de octubre que dejaba el puesto de gerente del PP de Madrid, que ocupó durante 14 años, tras conocerse el informe de Bankia que revelaba que gastó 58.000 euros con una tarjeta de Caja Madrid emitida al margen de los circuitos regulares por su condición de consejero de la entidad.
El día anterior, Gutiérrez Moliner había puesto su cargo a disposición del partido, tras lo cual la dirección del PP nacional, de la que dependen los gerentes de las organizaciones territoriales de este partido, pidió su cese.