Más de 35 millones de españoles están llamados a las urnas el próximo 25 de mayo. 4.684.301 lo harán desde las listas del INEM. Son ellos, los parados, los que, según los expertos, podrían hacer que subiese la abstención en las elecciones europeas.  Carlos Carnero, director gerente de la Fundación Alternativas explica las razones de esa abstención: “Piensan que el voto individual no puede cambiar las cosas que es insuficiente, que los políticos toman decisiones al margen de lo que pide el pueblo”.

Estar en el paro no cambia el partido al que se vota, pero sí cambia la intención de ir o no a votar, según un informe de la Fundación Alternativas. El CIS calcula que un más de un 45% de los votantes podrían quedarse en casa. “Europa empieza a verse como un enemigo que impone soluciones que no tiene que ver con los intereses de los ciudadanos” afirma Juan Carlos Jiménez, profesor de historia del pensamiento y los movimientos sociales del CEU.

Se calcula que más de medio millón de españoles han hecho la maleta desde que empezó la crisis. Para poder ejercer su voto los españoles que viven en el extranjero, tendrán que solicitarlo primero, pero solo un 4,1% ha podido solicitarlo dentro de los plazos: “Se nos ha puesto muy difícil votar. Tenemos que ir al consulado más próximo, tenemos que hacer papeleo, tenemos que pagar de nuestro bolsillo la solicitud que enviamos a la delegación provincial del censo electoral correspondiente y esto dificulta la participación” explica Miguel Ángel Ocaña, miembro de la Marea granate.

A pesar de las dificultades y del descontento generalizado, cada voto cuenta.