Los etarras arrepentidos de la denominada vía Nanclares Andoni Alza y Carmen Guisasola y familiares de víctimas del GAL han participado en Bilbao, en el homenaje a Joseba Goikoetxea, el sargento mayor de la Ertzaintza y destacado miembro del PNV asesinado por ETA hace 20 años. El homenaje estaba organizado por la familia de Goikoetxea y ha contado también con la asistencia destacados dirigentes del PNV, encabezados por su presidente, Andoni Ortuzar; representantes de EH Bildu como Laura Mintegi, Pello Urizar y Rafa Larreina, y del PSE-EE, como Rodolfo Ares, quien fue consejero de Interior en el anterior Gobierno Vasco.
También han asistido la exdiputada de Aralar Aintzane Ecenarro y Mónica Hernando, ambas de la secretaria de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco. Junto a la familia Goikoetxea se han sentado en primera fila Asun Zabala, hermana de José Ignacio Zabala, secuestrado y asesinado por el GAL en 1983, y Edurne Brouard, la hija del dirigente de HB asesinado en 1984.
También ha estado Andoni Alza, primer etarra de la vía Nanclares excarcelado tras la anulación de la doctrina Partot, y Carmen Guisasola, la histórica exdirigente de ETA que se encuentra en régimen de tercer grado, quienes una vez finalizado el homenaje han abrazado y saludado a la viuda. El acto ha comenzado con una ofrenda floral en el Campo Volantín, justo enfrente del semáforo donde los etarras tirotearon a Goikoetxea cuando llevaba a su hijo en coche al colegio.
Los asistentes se han trasladado después a la plaza de la Convivencia, donde un coro ha cantado varias canciones en homenaje a Goikoetxea y dos dantzaris han bailado el "Agur Jaunak", canción protocolaria vasca de saludo. Rosa Rodero, muy emocionada, ha agradecido a "todos" su presencia y ha resaltado la importancia de que "en estos años de tranquilidad", sin acciones terroristas de ETA, "se puedan reunir todas las víctimas, sean de donde sean". "Tenemos que seguir luchando por Euskadi y para que nuestros hijos y nietos vivan en paz, en una tierra sin el sufrimiento de tantos años", ha dicho.
También ha tomado la palabra su hija, Leyre Goikoetxea Rodero, que tenía poco más de un año cuando mataron a su padre, quien ha relatado que le hubiera gustado conocerle y se ha mostrado segura de que en este momento estaría "muy contento" por poder atisbar "un futuro de una Euskadi en paz y sin más niños huérfanos". En el acto ha intervenido, asimismo, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, quien ha afirmado que para Goikotxea "ser abertzale y del PNV era una manera de entender la vida", desde que estuvo preso en Carabanchel durante el franquismo hasta que entró en la Ertzaintza "para asegurar el orden democrático". Ha apuntado que quizá por estas razones decidieron matarlo y ha reconocido que en Euskadi se ha vivido una "tendencia casi obsesiva" a intentar explicar el por qué de cada asesinato.
"También hemos encuadrado a las víctimas en uno u otro bando, y eso ha sido un error que ahora toca superar y enmendar", ha dicho. La "maldición de la violencia", según ha añadido, ha perseguido a los vascos en su historia reciente "más allá de su origen y de su autoría indefendible" y esa situación ha dejado "heridas" cuyo dolor hay que mitigar para que las nuevas generaciones vivan libres y en paz. "Hay que mantener el recuerdo sin rencor, y superar el dolor sin venganza, porque estamos en los albores de una sociedad sin violencia; es el momento de la reparación y de recuperar la esperanza perdida", ha concluido.