Las votaciones de los tres candidatos se producirán de forma sucesiva en sus respectivas comisiones parlamentarias en un intento de garantizar que todos pasen el examen, según han explicado fuentes parlamentarias.
De hecho, si los socialistas tumban a Cañete, los populares votarán en contra de Moscovici y viceversa, de acuerdo con las fuentes, lo que provocaría una fuerte crisis en la próxima Comisión de Jean-Claude Juncker.
La jefa de la delegación del PSOE en la Eurocámara, Iratxe García, ha anunciado que los socialistas españoles votarán 'no' a Cañete por su política en materia de cambio climático, sus declaraciones machistas y sus conflictos de interés por las participaciones de su familia en empresas petroleras.
El PSOE tratará además de convencer al resto de socialistas europeos (S&D) de que rechacen al candidato español, lo que supondría su caída, ya que Izquierda Unitaria, Verdes y parte de los liberales también se oponen.
Sin embargo, los socialistas europeos están divididos sobre Cañete, como se puso de relieve en la comisión de Asuntos Jurídicos. Esta comisión avaló por segunda vez la declaración de intereses económicos del ex ministro de Agricultura y descartó cualquier conflicto de interés gracias al apoyo de tres eurodiputados del S&D, que se sumaron a populares y conservadores británicos, y a la abstención de otros tres.
El jefe de la delegación del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons, ha asegurado que la mayoría de los socialistas apoyan a Cañete y ha atribuido el 'no' del PSOE a "burrera política".
"Aprovecho esta comparecencia para pedir a los socialistas que se comporten como españoles y voten por el candidato de nuestro país y que se comporten como socialistas y voten junto a los socialistas europeos", ha dicho González Pons en declaraciones a la prensa.
Para evitar la caída de ningún comisario de un gran país, el PP y los socialistas europeos podrían haber llegado a un acuerdo con Juncker que pasaría por sacrificar a la candidata eslovena, Alenka Bratusek, designada vicepresidenta para la Unión Energética, según fuentes parlamentarias.
La liberal Bratusek causó muy mala impresión durante su audiencia por falta de conocimientos sobre su cartera. Además, se autodesignó como comisaria cuando era primera ministra en funciones tras haber perdido las elecciones frente a una coalición de centro izquierda.
La caída de Bratusek dejaría vía libre al nuevo Gobierno esloveno para designar a una nueva comisaria socialista. El eurodiputado verde Claude Turmes ha denunciado en su cuenta de Twitter la existencia de un "acuerdo cosmético" entre Juncker y el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, según el cual los socialistas "lograrían un comisario adicional".
"Cañete y Navracsics se quedarán, con una amputación cosmética de sus carteras", ha sostenido Turmes. Sin embargo, otras fuentes parlamentarias sostienen que no habrá ningún cambio en la cartera de Cañete. En cuanto al conservador húngaro Tibor Navracsics, el acuerdo podría pasar por dejarle las competencias de Educación y Cultura pero quitarle las de Ciudadanía.
Cualquier cambio debe ser anunciado por el propio Juncker y supondría someter a la nueva candidata a otra audiencia de la Eurocámara. En principio, el pleno del Parlamento tenía previsto votar al colegio de comisarios al completo el 22 de octubre, por lo que los plazos son muy justos si se quieren evitar retrasos.