Mensaje, preocupante, de Bruselas a los países de la Unión Europea. Alerta de que la pandemia está regresando a los niveles de la pasada primavera. La crisis sanitaria "está volviendo a los niveles de marzo y nuestra preparación no", ha declarado el vicepresidente de la Comisión Margaritis Schinas.
"Mi primer mensaje a los Estados miembros es uno de urgencia. Estamos quedándonos sin tiempo, rápidamente. Todo el mundo tiene que hacer lo que es necesario para evitar la devastación (...) de un confinamiento generalizado", ha dicho, por su parte, este jueves en rueda de prensa la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides.
La responsable comunitaria precisó que "no estamos donde estábamos al principios del año" y subrayó que la UE ha trabajado con una "coordinación sin precedentes", pero "las medidas sólo funcionarán si se aplican eficazmente".
Las autoridades comunitarias han recordado que Europa ha trabajado con éxito en muchos aspectos, desde el mantenimiento del mercado interior y las cadenas de aprovisionamiento hasta en la gestión de las fronteras exteriores o el fondo de reconstrucción sin precedentes. "Se han salvado cientos de miles de vidas (...). La tragedia podría haber sido mucho peor", dijo Schinas.
La comisaria recordó que hace tres semanas alertó a los países de que Europa estaba ante "la última oportunidad" para mitigar una segunda oleada, reafirmó su mensaje y reclamó a las capitales que reporten información detallada sobre las pruebas que realizan, si bien evitó mencionar qué países no informan adecuadamente y tampoco quiso valorar las distintas medidas tomadas hasta ahora por los diferentes Estados.
Estrategia de vacunación
"Todos estamos hartos y cansados de esto", pero el esfuerzo es necesario, agregó la política chipriota, quien para resaltar la importancia de esa anticipación explicó que "no son las vacunas lo que salvan vidas, sino la vacunación".
Así, Kyriakides ha descrito las líneas maestras de la que debería ser la estrategia generalizada de vacunación en cuanto a grupos prioritarios y logística para aplicar las vacunas, que "no va a ser una solución rápida y fácil" pero contribuirá a salir de la crisis, y aportará a la ciudadanía "esperanza y predictibilidad en sus vidas".
El Ejecutivo comunitario recomienda que se dé prioridad a ciertos grupos de población y se tengan en cuenta algunos factores, ya que las dosis "serán limitadas durante las etapas iniciales de implementación".
La Comisión pide que los primeros que dispongan de las vacunas sean los trabajadores sanitarios y del cuidado de la salud, los mayores de 60 años, aquellos ciudadanos cuyo estado de salud les coloca en una situación de riesgo, los trabajadores esenciales, las personas que no pueden mantener la distancia física y los grupos socioeconómicos desfavorecidos.
La Unión Europea, tanto los países como la Comisión, han ido reservando "cerca de un millón de dosis" de las futuras vacunas a las farmacéuticas que están desarrollándolas con el objetivo de que todos los Estados puedan disponer de estas al mismo tiempo y en dosis proporcionales su población.
Bruselas les pide ahora a los países que se aseguren de que las vacunas contra la COVID-19 sean "de fácil y asequible acceso", y les invita a dotarse de servicios capacitados para administrarlas, incluida "mano de obra calificada y equipos médicos y de protección".
Recomienda también que se tengan en cuenta las "necesidades de almacenamiento y transporte de las mismas, en particular en términos de cadenas de frío" y que se preocupen de desplegar una "comunicación clara sobre los beneficios, los riesgos y la importancia de las vacunas COVID-19 para generar confianza pública".
El Ejecutivo comunitario hizo pública su "comunicación" horas antes de que comience en Bruselas una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que lleva entre otros puntos de su agenda la pandemia de coronavirus