Bassa y Borràs, que ingresaron en la prisión madrileña el 2 de noviembre por supuestos delitos de sedición, rebelión y malversación de fondos públicos en relación con el proceso independentista en Cataluña, han sido recibidas por sus familiares y una delegación de ERC en las puertas de la cárcel madrileña.
Llarena ha acordado la puesta en libertad de las exconselleres tras depositar una fianza de 100.000 euros, aunque les ha retirado el pasaporte, les ha prohibido salir de España y les ha fijado comparecencias semanales en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña o en el juzgado que elijan bajo advertencia de que si incumplen estas medidas deberán ingresar en prisión.