La exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, ha asegurado que el dinero que la familia del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol había depositado en el extranjero tiene un origen diferente al argumentado por Pujol: "Faltan más explicaciones del dinero, no es una herencia".
En una entrevista a Espejo Público, ha señalado que la fortuna de la familia en el extranjero se ha alimentado de "23 o 30 años de obra pública", y ha dado veracidad a los informes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) sobre las cuentas en el extranjero de la familia, que Álvarez ha cifrado en más de 100 millones de euros.
Preguntada sobre si el presidente de la Generalitat y líder de CiU, Artur Mas, estaba al corriente de estas cuentas, ha augurado que "las cosas irán saliendo".
Álvarez ha manifestado que "Jordi Pujol miente patológicamente", y ha considerado que a la familia le une la obsesión por el dinero, que según su versión, han movido por 13 paraísos fiscales durante los últimos años.
Ha relatado cómo a la vuelta de los recurrentes viajes que la pareja hacía a Andorra, Jordi Pujol Ferrusola transportaba bolsas de dinero en efectivo con hasta "medio millón de euros" hacia Madrid.
"Llegando a Andorra siempre había mucho nerviosismo, con muchas llamadas", ha detallado Álvarez, a quien su expareja le dijo que en Andorra tenían participaciones en varios museos, ha apuntado.
Según Álvarez también eran habituales los viajes a Londres, donde su expareja contactaba con Herbert, "la persona que, con ellos, blanqueaba el dinero", y ha narrado cómo en una ocasión, Pujol Ferrusola recibió una llamada de sus padres asegurando que los 400.000 euros que había requerido ya estaban "donde tenían que estar".
En un comunicado Jordi Pujol explicó que "en los últimos días" su familia ha regularizado dinero en el exterior, unos fondos que no ha cuantificado y que, ha dicho, proviene de una herencia de 1980.
Según su carta, el dinero proviene de una herencia que recibió la familia en septiembre de 1980 después de la muerte de su padre, Florenci Pujol i Brugat, y cuyos fondos fueron destinados a su esposa, Marta Ferrusola, y a sus siete hijos.