Esta estrategia, han añadido, tiene su base en el movimiento Alde Hemendik, que significa 'fuera de aquí' y que ha sido reivindicado por la organización terrorista desde principios de los años ochenta tanto en zutabes (boletines internos) como en comunicados.

En el año 1999, además, se incautó un manual a la banda instando a poner en marcha "movimientos populares" como el Ospa Eguna que se viene celebrando en Alsasua desde 2011, al que se ha vinculado a algunos acusados en el juicio por la agresión a dos guardias civiles en octubre de 2016.

Así lo han declarado dos peritos de inteligencia del Instituto Armado durante el juicio que se está celebrando en la Audiencia Nacional y en el que la Fiscalía pide entre 12 y 62 años de cárcel para los ocho jóvenes acusados de lesiones y amenazas terroristas.

Según ha relatado el investigador, en una operación en Francia contra la cúpula de ETA en 1999 en la que resultó detenido el entonces jefe de la banda José Javier Arizkuren Ruiz, alias 'Kantauri', los agentes se incautaron de un manual o programa "que daba instrucciones para el futuro" de cara a continuar con la estrategia de "ataque" a las "fuerzas de ocupación".

"Con el documento de 1999, ETA habla de lo que quiere hacer con el movimiento Alde Hemendik y habla de crear movimientos sociales, movimientos populares en todas las comarcas. El Ospa es uno de ellos. Esa es la vinculación", ha subrayado.

Los guardias civiles y sus parejas agredidas en Alsasua durante la declaración

A pesar del comunicado de cese de la actividad armada de ETA publicado el 20 de octubre de 2011, el experto ha recalcado que "los objetivos estratégicos" de la organización "no han cambiado ni un ápice" en este tiempo y los movimientos populares como Ospa Eguna han podido crearse gracias al "blanqueamiento" de las "organizaciones satélite" de ETA como Sortu y Bildu.

Y así, la Guardia Civil considera que el episodio de violencia ocurrido en Alsasua fue provocado "a raíz de una serie de acontecimientos" cometidos a causa de unas "directrices" dadas por ETA "desde el año 1999 hasta la fecha, vía campaña Alde Hemendik, vía movimientos populares hasta que cometieron la agresión" a los dos agentes y sus parejas.

Con esto, ha querido dejar claro el perito, no está afirmando que los acusados en el juicio sean miembros de ETA o colaboren con la organización, sino que lo ocurrido está causado por "una campaña de hostigamiento anterior" que ha degenerado en "el hecho más grave" cometido por el movimiento Alde Hemendik del que ha tenido conocimiento la Guardia Civil.

En esa campaña de "hostigamiento" a las fuerzas de seguridad del Estado, que los expertos aseguran que está activa tanto en País Vasco como en Navarra, han citado distintos actos o eventos populares cuyos organizadores se sienten "libres" para convocar debido al "apoyo" que han obtenido de las instituciones, concretamente de los ayuntamientos.

De hecho, en Alsasua, han explicado, se creó la "comisión antirepresiva" con apoyo del Consistorio, entonces gobernado por Bildu -desde 2015 el alcalde es de Geroa Bai- y se ha venido organizando desde 2011 el Ospa Eguna (día de la huida), una "jornada festivo-reivindicativa" que se venía celebrando entre finales de agosto y principios de septiembre para defender la "expulsión de las fuerzas de seguridad".

En los actos que se han organizado con motivo del Ospa Eguna, los investigadores han destacado la parodia que ya se ha mencionado en otras ocasiones en el juicio, llamada 'El discurso del rey' o una comida popular en la que se colocó un castillo hinchable para los niños en cuyo acceso se podían ver dos carteles con fotos de cerdos o perros ataviados con la "prenda de cabeza" de la Policía Foral y la Guardia Civil y a los que se prohibía la entrada.

"Se trata de deshumanizar a las fuerzas de seguridad, sustituir a la persona por animales como perros o cerdos a los que colocan un tricornio para que se vea como un ente agresivo para exhibirlo por todo el pueblo", han indicado.

Entre los actos de "hostigamiento y acoso" los peritos también han comentado el caso de dos mujeres de la localidad que regentaban un bar cuyas parejas eran guardias civiles y que denunciaron pintadas de 'txakurras fuera' y quema de contenedores frente al local.

Se trata, al fin y al cabo, de una "campaña" dirigida a lograr la expulsión de las fuerzas de seguridad a través del "hostigamiento", pero también del "aislamiento social" de los agentes, porque el manual incautado a ETA, afirman los peritos, sostenía que no es suficiente colgar un cartel, sino que había que lograr que "no entraran en los bares".