El expresidente de Novacaixa Galicia, José María Castellano, fue uno de los pocos directivos de banca en decir que no a la extorsión del presidente de Ausbanc Luis Pineda, que le pidió 300.000 euros
Novagalicia estaba intervenida y Castellano decidió recortar gastos, y en vez de echar a empleados, decidió no pagar al que califica de gánster, afirmando que "tenía prácticas mafiosas".
Pineda comenzó entonces una campaña de acosa al banco en sus revistas y en si twitter, afirmando que Catellanos engañaba a España y a Galicia porque no pagaba a los ahorristas.
Novagalicia fue la primera caja de España en devolverle a sus clientes el dinero perdido por las claúsulas suelo, y hasta esta decisión fue criticada por Ausbanc, ya que Pineda decía que con el arbitraje, los afectados no recuperarían el dinero.
Castellano preguntó a la confederación de Cajas por estas extorsiones y no le hicieron ni caso. "Dijeron que no había planteamiento global, que cada uno hiciera lo que quisiera", explica. El expresidente de Novagalicia sospecha que los escraches que sufrió delante de su casa fueron organizados por Ausbanc.