La Junta de Extremadura anuncia nuevas medidas para frenar la propagación del coronavirus, como el cierre de la hostelería y la restauración, así como del comercio no esencial, en todas las localidades de más de 5.000 habitantes, independientemente de su incidencia, así como la restricción de la movilidad intermunicipal en toda la región.
Así lo ha anunciado el consejero de Sanidad, José María Vergeles, en una comparecencia en la que asimismo ha detallado que las UCI están al 24,6% de su capacidad.
Según ha indicado, el cierre de la actividad de hostelería y comercio "que no sea esencial" se aplicará "en todas y cada una de las localidades de la comunidad autónoma de Extremadura con una población superior a los 5.000 habitantes, independientemente de su incidencia acumulada". Así, la medida afectará a 647.488 extremeños, que representan el 64,3% de la población de la región.
Asimismo, y con el objetivo de reducir la movilidad, "en todas y cada una de las poblaciones" extremeñas "estará limitada la salida y la entrada de personas y se producirá un confinamiento de esos términos municipales".
En este sentido, Vergeles ha admitido que "no va a haber controles permanentes en cada una de las entradas y salidas de las poblaciones", pero ha advertido de que los ciudadanos que salgan de su municipio sin causa justificada "podrán ser sancionados".
Ambas medidas, según ha concretado, entrarán en vigor a medianoche y serán revisadas el próximo miércoles, 20 de enero, cuando decaerán salvo que la Junta adopte otra decisión.
Se prorroga el nivel de alerta 3 agravado
Por otra parte, Vergeles ha explicado que el "nivel de alerta 3 agravado" se prorroga en en toda la comunidad durante los próximos 28 días, con lo que el toque de queda se mantiene a las 22:00 horas.
En este nivel de alerta, el aforo de locales comerciales se mantiene limitado al 30% y, en la hostelería, al 40% en el interior y al 50% en el exterior, con un máximo de cuatro personas por mesa. Hoteles y alojamientos rurales mantienen una ocupación máxima del 35%.