En el Hospital Virgen de la Salud de Toledo este viernes se ha concentrado el personal sanitario contra las presiones que dicen estar recibiendo de la dirección del centro. Son cerca de una veintena, porque el resto ni se atreve a protestar. Primero denunciaron el colapso de urgencias. Después que éste derivó en la muerte de dos mujeres en el pasillo del hospital.
Dicen que reciben amenazas veladas para no seguir denunciando ante los medios de comunicación situaciones como éstas. La mayor amenaza es con los contratos de trabajo. "Tenemos miedo a expresar lo que estamos expresando pensando en que el contrato no se va a renovar", explica el médico Marcos Zamora.
La crisis de las muertes en urgencias solo es la punta del iceberg. Eso es lo que asegura Marciano Sánchez-Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública: "Lo que ha sucedido es que desde 2009 a 2014 se han recortado 13.000 millones en el presupuesto de la Sanidad Pública". Es decir 53.000 trabajadores menos, camas cerradas, incremento en las listas de espera, etc. Y, además, en 2011 y 2012 incremento de la mortalidad.
Un síntoma de una España repleta de hospitales en la UVI. En el Hospital General de Alicante denuncian que el recorte de la plantilla de lavandería hace que las sábanas, pijamas o toallas tarden en llegar a los pacientes. "Son las nueves de la mañana y se ven sin posibilidades de hacer las camas ni de dar mantas", afirma Julia Martínez, secretaria de UGT en el centro.
En Madrid, en el Policlínico del Doce de Octubre, denuncian que hay pacientes que tienen que esperar hora y media para que llegue su celador. Sanidad acaba de contratar 6 nuevos celadores pero ni aun así dan a basto. Las urgencias también están colapsadas. "Tiene que haber celadores para que vayan quitando camas, y el personal sanitario lo que hace es saltar por encima de las camas y termina siendo un caos", dice José Povedano, del CSIF.
En el Hospital Universitario de Canarias, en Tenerife, los médicos han llegado a poner un pliego de descarga de responsabilidades en el que dicen que los pacientes tienen que esperar más de 8 horas para ser atendidos.
En el Hospital Universitario de A Coruña también sufren regularmente el colapso de sus urgencias, según afirma el miembro del comité de empresa, Rafael Rodríguez: "En lugar de estar 12 personas pendientes de cama, llegó a haber picos de hasta 60 personas". Y en el de Vigo, las goteras y filtraciones de agua mantienen 41 camas cerradas. Un goteo de situaciones insostenibles quehace tiempo colmaron el vaso.