Los históricos del PSOE piden la palabra ante la crisis interna del partido. José Bono habla de tristeza ante una situación por la que culpa con dureza a Pedro Sánchez, ya que en su opinión, "aferrarse al cargo es deplorable".
El expresidente González terminó de abrir la caja de Pandora para después tomar un papel más secundario, dejando claro que él no se cree "dios", pero exigiéndole a Pedro Sánchez implícitamente su dimisión.
Contra González carga José Borrell, que aunque aboga por una abstención negociada, defiende que Sánchez ha cumplido con el mandato del comité federal. El exministro de Obras Públicas afirma: "No quiero un secretario general que sea un hombre de paja de ningún poder territorial".
Para el castellano manchego José María Barreda, el cuestionado secretario general ya ha perdido su legitimidad, ya que "se invalida al hablar de bandos y estar en contra de la mitad".
Y entre los defensores, el que fuera contrincante de Sánchez en las primarias, José Antonio Pérez Tapias, dice que "es una rebelión antidemocrática, presentaron su dimisión de forma desleal". Tapias cree que antes de llegar a este extremo había otras alternativas.