Aglomeraciones, fiestas en plena calle y nulas medidas de seguridad frente al coronavirus. Es la imagen que dejaban las primeras horas tras finalizar elestado de alarma, que decaía la pasada madrugada, junto con el toque de queda en la mayor parte de las comunidades autónomas, dando paso a celebraciones sin control en varios puntos de España, que dejaban escenas de personas cantando, bailando y bebiendo sin mascarilla.
En Madrid, la noche se saldaba con una multitudinaria celebración, con miles de jóvenes bebiendo y bailando por las calles del centro de la capital. Plazas como las de Chueca, Malasaña o la propia Puerta del Sol se han llenado de personas que no guardaban la distancia interpersonal y que tampoco han respetado el toque de queda, que aún seguía en vigor a las 23:00 horas del sábado.
Así lo pudieron captar las cámaras de laSexta durante la denominada 'hora fantasma' -entre el toque de queda y el fin del estado de alarma a las 00:00 horas-, mientras un gran número de personas continuaba bebiendo en plena calle, como se aprecia en este vídeo de laSexta Noche:
Posteriormente, y tras finalizar el estado de alarma, la fiesta seguía en el centro de Madrid. En el barrio deMalasaña, hubo lanzamiento de latas y botellas contra dos vehículos de la Policía Local que dispersaron una aglomeración de jóvenes, que huían a la carrera a una de por sí abarrotada Plaza del Dos de Mayo.
En Sol, numerosas personas celebraban el final del estado de alarma al grito de "libertad". Allí, segundos antes de las 00:00 se coreaba una cuenta atrás que acababa con una carrera hacia el centro de la plaza. Unas horas después, en torno a medio millar de jóvenes seguían bebiendo e incluso bailando la conga en el centro neurálgico de la capital, en una escena más propia de una Nochevieja previa a la pandemia.
Una estampa que ha indignado a muchos usuarios en las redes sociales, donde muchos viandantes han compartido imágenes y vídeos de lo ocurrido:
Una escena similar se repetía en Barcelona, donde numerosas personas -muchas sin mascarilla y sin respetar la distancia de seguridad-, se han reunido durante la madrugada de este domingo en el paseo Lluís Companys. En esta zona se ha registrado una de las principales aglomeraciones en la capital catalana tras decaer el toque de queda, que hasta ahora estaba fijado en la región a las 22:00 horas.
En torno a medio millar de personas se han reunido bajo el Arco de Triunfo, bailando y sin mantener las distancias mientras se entonaban consignas como "libertad". Diversas furgonetas policiales han desalojado finalmente el paseo, aunque muchas personas se han dispersado entonces por las calles aledañas. Escenas de fiesta de las que se hacían eco los periodistas Mayka Navarro o Fernando H. Valls, como se ve en sus tuits unas líneas más abajo.
No obstante, también se han juntado decenas de personas en la plaza de los Ángeles, el paseo del Born, plazas como la de Gracia o la de la Revolución y la playa de la Barceloneta. A lo largo de la noche, la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra han desalojado a unas 6.500 personas en 31 puntos de la Ciudad Condal por formar aglomeraciones y no cumplir con las medidas frente al COVID-19, según ha confirmado este domingo el teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento, Albert Batlle.
También en Salamanca, los grupos reducidos acababan dando paso a un macrobotellón en plena Plaza Mayor de la ciudad.
Mientras, en Sevilla, la Policía tuvo que intervenir y desalojar a centenares de jóvenes de la Alamedad de Hércules. En la capital hispalense hispalense, además, se celebraron botellones en varios puntos, se detectaron locales abiertos más tarde de la hora permitida y hubo reyertas que acabaron con varios heridos.
En Euskadi, también se han echado a la calle miles de personas para celebrar el fin del estado de alarma. Allí la Ertzaintza y las policías locales han tenido que intervenir para evitar botellones y aglomeraciones, aunque, según el departamento de Seguridad vasco, no se han registrado incidentes destacados.
Puntos como el Parque de Doña Casilda y la Plaza de Unamuno del Casco Viejo en Bilbao, la Parte Vieja de San Sebastián o la Plaza de la Virgen Blanca de Vitoria y las playas vascas han sido el escenario de estas reuniones, en un momento en que la región registra la peor incidencia acumulada de todo el país, muy por encima del umbral de riesgo extremo, con 447,56 casos por 100.000 habitantes, según el Ministerio de Sanidad.
Y es que el fin del estado de alarma, según recuerdan los expertos, llega sin que el virus haya desaparecido y con el COVID-19 aún golpeando a nuestro país: la incidencia media a nivel nacional sigue en 198,6 casos a 14 días, según el último informe de Sanidad, que advierte de que más del 21% de las camas de UCI siguen ocupadas por pacientes con coronavirus.