En los 25 minutos que declaró la infanta Cristina, hubo momentos que podrían ser determinantes de cara a la próxima decisión judicial. Uno de ellos, cuando su abogado le preguntó "por qué firmó como arrendataria y arrendadora".

Pau Mollins se refiere al contrato que según la investigación, fue usado por el matrimonio para obtener beneficios fiscales del autoalquiler de Pedralbes, algo que para la infanta "debió de ser una equivocación".

Una equivocación que, para el magistrado que iba a juzgarla, no debe servir de justificación. Juan Pedro Yllanes, juez y diputado de Podemos, afirma que "simplemente es una manera de intentar justificar una conducta del pasado".

La contratación del servicio doméstico también fue un aspecto conflictivo, ya que pese a asegurar que no "se le pagó en dinero en efectivo", lo que contó al juez Castro una testigo se contradice.

Elsa Sánchez aseguró que empezó a trabajar de empleada del hogar en Pedralbes sin contrato y cuando se lo hicieron, fue como telefonista de Aizoon. "La infanta Cristina ofreció pagar en B", ha asegurado Virginia López Negrete en 'Al Rojo Vivo'.

También hay dudas sobre su rol en Aizoon, ya que pese a asegurar que "nunca" fue "a ninguna junta", durante la instrucción se dio por buena un acta en la que figura su asistencia. Una rúbrica que firmó "por la confianza que tenía en ellos".

Por último, la mención a las cuentas en Suiza. La infanta afirmó que no tiene, pero una nota de la secretaria personal de Urdangarin sirvió a los investigadores para pensar lo contrario. Sospechan que, a través de un testaferro, pudo haber cobrado 125.000 euros en una cuenta suiza.