Un total de 227 páginas plagadas de argumentos y pruebas contra la infanta no son suficientes para el fiscal. Dice Horrach que para imputar a la hija del rey el juez se basa "en la absurda y denigrante teoría de una supuesta manipulación tendenciosa".

El fiscal acusa directamente al juez de apoyarse en una teoría conspiratoria. Algo que ni siquiera los abogados de Doña Cristina defienden. Jesús Silva, abogado de la infanta Cristina, lo ha desmentido: "No creo que haya conspiración".

Horrach le dice a Castro que se equivoca y le acusa poco menos que de prevaricar: "Se corre el grave riesgo de que la toma de declaración de doña Cristina de Borbón se vea sobre reproches éticos y no sobre hechos presuntamente delictivos".

El tono exculpatorio hacia la infanta domina todo el escrito de Horrach, que desdice al juez sobre el posible delito fiscal: "Es imposible, dada la cuantía de los gastos personales, que la cuota defraudada alcance el umbral de los 120.000 euros".

Y para demostrarlo pide que, antes que doña Cristina, declaren los tres inspectores de Hacienda que dieron por buenas las facturas falsas de la empresa de los duques de Palma. Esta lanza en favor de la infanta llega justo un día después de que el ministro de Justicia abriera la puerta a que la infanta se ahorre el paseíllo por la rampa de entrada a los Juzgados.

Como el diputado del PP Martínez Pujalte, hay quien cree que la cuesta sirve más para alquilar balcones que para llegar a declarar. Si se hacen o no fotografías, será el juez quien lo decida.