El acusado fue uno de los 14 detenidos en una operación conjunta de la Policía Nacional y la Dirección General de Vigilancia del Territorio marroquí, que se saldó con la desarticulación de una célula de captación y envío de combatientes extranjeros a Siria e Irak para integrarse en el Estado Islámico.

Abdelamim, de unos 30 años y en prisión provisional desde el momento de los hechos, será juzgado en la Audiencia Nacional por los delitos de integración y colaboración en organización terrorista. La Fiscalía solicita también para él una multa de 6.000 euros y una pena de ocho años de libertad vigilada.

Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al menos desde 2014 y hasta su detención en agosto de 2015, el acusado integró la citada red yihadista que actuaba en España, Marruecos y otros países y que, según explicaron los investigadores, tenía la intención de reeditar en Marruecos y en España las masacres perpetradas por Daesh.

En concreto, el acusado realizaba labores de difusión de propaganda yihadista a través de la red, daba apoyo logístico al resto del grupo y profundizaba en su propio proceso de radicalización. Además, tenía contacto con personal desplazadas a Siria o Israel a través de Facebook.

Además, según reflejó el juez de la Audiencia Nacional en su auto de prisión, cinco de sus cuñados viajaron a Siria para combatir con el Daesh y su suegro también estaba implicado en la célula.