El ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière, afirmó que, según las fuerzas de seguridad nacionales, en el copiloto del avión siniestrado el martes en los Alpes franceses no se aprecian "indicios de trasfondo terrorista". En una comparecencia de urgencia, el titular de Interior explicó que, desde que se estrelló el Airbus 320 de la aerolínea de bajo coste alemana Germanwings, los servicios de inteligencia germanos investigaron el pasado de las 150 personas a bordo.
La revisión en dos bases de datos, una de la inteligencia alemana y otra de la policía federal, no arrojó ningún resultado positivo que desatase las alarmas en Berlín y un requerimiento paralelo a Lufthansa, matriz de Germanwings, tampoco aportó nada reseñable, según el ministro. "Todo va a ser investigado", afirmó De Maizière, que reconoció que los interrogantes "se concentran en el pasado de la persona que asumía el puesto de copiloto" en el vuelo 9525, que cubría la ruta entre Barcelona y Düsseldorf. El ministro de Interior agregó que las fuerzas de seguridad alemanas desde el principio han "trabajado para intentar despejar una posible motivación terrorista" en este suceso.
En esta misma línea se han manifestado las autoridades francesas al frente de la investigación. Los investigadores de la colisión del Airbus A320 creen que el copiloto estrelló el aparato "con voluntad de destruir el avión" por razones que se desconocen, aunque en este momento "nada permite decir que se trate de un atentado terrorista".
El fiscal de Marsella encargado del caso, Brice Robin, ha explicado que el copiloto, identificado como Andreas Lubitz, de 28 años, nacionalidad alemana y no clasificado como terrorista, respiró "con normalidad" hasta el momento de la colisión en los Alpes franceses, según la grabación sonora recogida en una de las cajas negras.
Pese a que en los primeros 20 minutos el copiloto mantuvo una conversación "normal y cortés" con el comandante, después se escucha al comandante preparar el informe de aterrizaje en Düsseldorf, al que el copiloto responde de forma "lacónica". Posteriormente, el comandante pide al copiloto tomar el mando -presumiblemente para ir a hacer sus necesidades- y se escucha el movimiento de una de las butacas y una puerta que se cierra.
En ese momento, cuando el copiloto ya está solo, acciona el sistema de descenso y ya no vuelve a hablar hasta el momento de la colisión. "Ignoramos la razón, pero puede analizarse como una voluntad de destruir el avión", ha señalado Robin.
Posteriormente, a preguntas de los periodistas, ha remarcado claramente que en este momento no existe ninguna pista que indique que la colisión pueda haber sido consecuencia de un atentado terrorista. Robin ha agregado que las víctimas no se dieron cuenta de lo que iba a suceder hasta el último momento porque en la grabación no se escuchan gritos hasta poco antes del impacto.