Francisco González, el expresidente del BBVA que este lunes ha declarado como investigado en el caso Villarejo, ha destacado que el comportamiento del banco ha sido impecable. González ha estado tres horas ante el juez de la Audiencia Nacional en calidad de imputado por los presuntos delitos de cohecho y revelación de secretos. Ha salido en libertad sin medidas cautelares.
"Una vez que termine la investigación, quedará claro que el grupo BBVA y sus directivos han trabajado de manera íntegra y ejemplar, sin perjuicio de alguna conducta irregular de carácter individual que yo en este momento desconozco", ha dicho a su salida a los periodistas.
González, que dejó la presidencia del BBVA en marzo, tras publicarse audios y conversaciones que implicarían al banco en la contratación del excomisario José Manuel Villarejo, ha dicho que ha podido contestar "con toda transparencia, con toda claridad, a las preguntas de fiscales y del juez"
Ha insistido en que en mayo de 2018, cuando tienen conocimiento de que el grupo Cenyt (sociedad vinculada Villarejo) había prestado algunos servicios al BBVA, se abrió una investigación para determinar el alcance de esos trabajos y que cuando se abrió la pieza judicial, ha recordado, hizo un comunicado mostrando su interés en declarar.
Fuentes jurídicas a laSexta aseguran que González ha dicho al juez que él nunca supo de los contratos con Villarejo porque él no estaba en el detalle del día a día. Ha dicho que eso era cosa de los responsables de Seguridad, entre los que ha citado a Julio Corrochano, y del entonces consejero delegado Ángel Cano, al que ha citado en varias ocasiones.
También ha asegurado que desconocía a qué se dedicaba Villarejo hasta que vio su entrevista en Salvados, en junio de 2017.
La Fiscalía Anticorrupciónpidió su imputación en la causa que investiga los presuntos pagos del BBVA a Villarejo a partir de 2004, cuando la constructora Sacyr inició un movimiento para tratar de tomar el control del grupo bancario.
Se investiga si el BBVA contrató a Villarejo para tareas de espionaje cuando Sacyr trataba de tomar el control del banco.
El magistrado no tardó ni 24 horas en citarle como investigado. Sospecha que "la cúpula" del BBVA consintió la contratación de Villarejo, en prisión provisional, para tareas de información y espionaje, en vista del "beneficio personal y empresarial" que le podían reportar. El excomisario habría desempeñado diversas tareas para el banco durante más de una década y facturando a cambio una cantidad que ronda los 10 millones de euros.