Asimismo, este informe propone prohibir la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, salvo terrazas o áreas autorizadas. Además pretende revisar los impuestos especiales de todas las bebidas y establecerlos en relación con la cantidad de alcohol puro que contienen cada una de ellas.
También, se quiere limitar la publicidad, la promoción y el patrocinio en la vía pública y endurecer las medidas para cualquier tipo de local o comercio que venda o suministre alcohol a menores de manera reiterada llegando a ser cerrado.
El objetivo es retrasar la edad de iniciación en el alcohol hasta los 18 años e incrementar la percepción social del riesgo de dicho consumo. Además, muestra la falta de acuerdo entre los expertos en lo relativo a la eficacia de una ley de menores sin alcohol ya que existen legislaciones autonómicas y ordenanzas locales que regulan las cuestiones fundamentales y su impacto no ha sido el esperado.