El juicio del 'caso Nóos' se abre abordando una cuestión fundamental: falta de legitimación de Manos Limpias para llevar a juicio a la infanta cuando nadie más quiere hacerlo.
El supuesto de la Doctrina Botín es el pilar defensivo de los abogados de Cristina de Borbón. Según Jesús María Silva, los grandes juristas españoles se revolverían en sus tumbas si este proceso siguiera adelante.
Lo mismo pide el fiscal Horrach, que se defiende de los que le acusan de blindar a la hermana del rey. "La posición procesal de la Fiscalía y la abogacía no es gratuita".
Si el perjudicado, no se siente tan perjudicado para pedir acciones penales, defiende Horrach, no quedan resquicios. "En las mismas circunstancias nadie se ha sentado en el banquillo y en este caso sí".
Horrach también se ha burlado del principal argumento de Manos Limpias para mantener vivo el proceso: "ampararse en la manida expresión de 'Hacienda somos todos'". Según la abogada del Estado esa frase hay que circunscribirla solo a un ámbito, la publicidad. El futuro de la infanta en el banquillo depende de cómo se dirima esta cuestión.