Ante el incremento de la incidencia de la covid-19 entre los más jóvenes, la Xunta de Galicia ha optado por apostar por el "ocio nocturno seguro", para lo que permitirá la apertura en más localidades aunque con condiciones -certificados de vacunación o pruebas negativas- mientras que cerrará los espacios públicos en los que se concentran los botellones, una práctica ya prohibida expresamente.
Desde el sábado, las playas, plazas y parques donde se producen estas concentraciones nocturnas de jóvenes para beber quedarán precintados, entre las doce de la noche y las seis de la mañana, de lo que se tendrán que ocupar los correspondientes ayuntamientos.
Al mismo tiempo, los municipios que estén en nivel medio de restricciones (10) podrán abrir sus locales de ocio nocturno, -hasta ahora no podían- pero requiriendo el certificado de vacunación o una prueba negativa de la covid-19, bien sea PCR, test de antígenos, o cualquier otra prueba diagnóstica en las 48 horas anteriores al acceso.
La medida ha sido adelantada por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, momentos antes de que el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, la explicase en rueda de prensa, alegando que se trata de "apostar por un ocio nocturno seguro" que representan los locales frente al "no seguro" de los botellones que, además, están prohibidos en Galicia.
Comesaña ha descartado que esta medida sea contradictoria con la situación actual, en la que ha alertado de que "está en peligro" la desescalada de la pandemia por el aumento de la incidencia del coronavirus sobre todo entre los más jóvenes, de 12 y 29 años, ya que "asociar este incremento al ocio nocturno no es correcto", ha aseverado.
"El ocio nocturno no puede estar, ni está de momento en Galicia, detrás de ese incremento, sería curioso que el resultado de los botellones llevase al cierre de ocio nocturno. No queremos que el botellón cierre el ocio nocturno, sino que el botellón cierre el botellón", ha afirmado, por lo que ha justificado que se tomen medidas para "atajarlo".
Otra de las medidas aprobada por el comité clínico, es "intensificar" los cribados, sobre todo entre la gente joven. La semana pasada se convocó a más de 20.000 personas y solo acudió el 46,8%, por lo que Comesaña ha advertido de la "baja adherencia" a esta pruebas y ha informado de que se establecerán puntos para hacer test de manera voluntaria sin necesidad de cita.