Ruiz-Gallardón, que ha advertido de que la corrupción es "un cáncer que nos puede matar a todos", ha adquirido este compromiso con la portavoz de UPyD, Rosa Díez, que le ha reprochado la tardanza en poner en marcha algunas medidas de regeneración democrática.
El ministro ha renovado también su promesas de suprimir la posibilidad de que las asambleas legislativas elijan a los jueces competentes para juzgarles y de prohibir que los acusados por corrupción puedan integrar listas electorales desde el momento en que se abre juicio oral.
A este respecto, Rosa Díez le ha propuesto que, aunque todavía la ley no se haya tramitado, los partidos se apliquen ya esa prohibición, como mensaje de regeneración a la sociedad, a lo que Gallardón ha respondido que trasladaría a la dirección de su partido la voluntad del Gobierno de legislar al respecto y que suponía que "en coherencia" el PP la aplicaría.
Durante el debate, el ministro ha defendido que hay "voluntad" en el Gobierno de plantar cara a la corrupción, pero ha hecho hincapié en que quiere hacerlo desde el acuerdo, porque cree que esa es no una batalla que tenga que ganar solo un gobierno, sino también "la oposición, el parlamento, la sociedad y la democracia entera".
"El Gobierno quiere que esta sea la medalla de esta legislatura, que no solamente acabemos con cualquier conducta que pueda intoxicar nuestro sistema democrático, sino que sentemos unas bases solidas para que no se vuelvan a repetir", ha proclamado, tras recordar la negociación para alcanzar un gran acuerdo de regeneración democrática promovida desde el pasado día 19 por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.