El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha acusado al Ministerio de Trabajo de "gobernar contra las empresas", intentando reducir la jornada laboral por ley o modificando la prevalencia de los convenios, y ha reivindicado el papel de la patronal en el diálogo social.
"Cambiar las reglas de juego en mitad del partido (...) reducir la jornada para cumplir pactos políticos es gobernar contra las empresas, contra los ciudadanos, contra los intereses de sus votantes", ha cuestionado en su discurso ante la asamblea general celebrada este martes.
Reducir la jornada a 37,5 horas semanales, ha añadido, "equivale a regalar casi por decreto 12 días de vacaciones pagadas al año por las empresas". El Gobierno y los agentes sociales llevan meses negociando reducir la jornada máxima semanal desde las 40 horas vigentes a las 37,5 horas en 2025, un compromiso recogido en el acuerdo de Gobierno PSOE-Sumar y contra el que se posiciona la patronal.
En posteriores declaraciones a los medios, Garamendi ha criticado también la actitud de los sindicatos, que han llegado a amenazar con movilizaciones si no se reduce la jornada, cuestionando que lo hagan después de haber firmado el pasado año el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) para 2024, 2025 y 2026.
"No aceptamos ni ultimátum, ni trágalas", ha incidido Garamendi, que ha defendido la independencia de la CEOE y su legitimidad en la defensa de los intereses de las empresas.
En el discurso, y ante un gran cartel con la palabra "confianza", Garamendi ha insistido en que si no hay un entorno predecible las empresas se ven obligadas a actuar desde una "actitud defensiva".
"Nosotros no tenemos que pedir un asiento en el diálogo social, nosotros hemos construido el diálogo social", ha enfatizado el líder de la patronal entre aplausos y en alusión a la reciente entrada en algunos organismos, como el Consejo Económico y Social (CES) o en el Consejo de la Pyme, de otras patronales ajenas a CEOE y Cepyme.
"A mí no me tienen que invitar a ninguna mesa. Yo soy la mesa, soy parte de la mesa", ha subrayado ante los medios. También ha recordado que a la patronal no se le permite manifestar su desacuerdo con determinadas medidas del Gobierno, cuando los sindicatos han estado años pidiendo la derogación de la anterior reforma laboral y, ya en la actualidad, denunciando al Gobierno ante la Unión Europea, por ejemplo, por la regulación del despido.
"Entiendo que para algunos sea más cómodo no tenernos en la mesa porque no somos amiguetes de nadie ni queremos ser cómplices de futuros fracasos", ha asegurado. Con el auditorio puesto en pie y con una ovación cerrada, Garamendi ha cerrado su discurso ante la asamblea apelando a la unidad, la confianza y la independencia.
"Nos merecemos respeto", ha subrayado Garamendi, que ha reiterado que la patronal "no se siente concernida por acuerdos políticos" y ha reclamado seguridad jurídica, estabilidad regulatoria, calidad de la norma y estabilidad política para que las empresas puedan crear empleo.