Mejora laboral

Garamendi critica el modelo "dictatorial" y "populista" de Trabajo para sacar adelante la reducción de jornada

El contexto Yolanda Díaz y sindicatos han firmado el acuerdo para la reducción de la jornada laboral a las 37,5 horas sin la presencia de la patronal, que no forma parte del pacto.

Garamendi

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha mostrado su rechazo al acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos para reducir la jornada laboral a 37,5 horas en 2025 sin reducción salarial, señalando que no se trata de un acuerdo de diálogo social porque no cuenta con el apoyo de la patronal.

"Lo que no se puede hacer es venir con modelos dictatoriales, populistas, a jugar partidos que poco tienen que ver con la corresponsabilidad que deberían de tener", ha señalado en una entrevista en 'Onda Cero'.

Garamendi ha asegurado que con esto "se rompe un modelo de éxito, que es el diálogo social", culpabilizando al Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz, de romper esta paz social.

"Lo mínimo es que se respetaran los plazos y márgenes que marcan los convenios en rigor", ha pedido el presidente de la CEOE para que no "salten por los aires" los convenios ya firmados.

Un momento que ha aprovechado para aclarar que centra su atención en Yolanda Díaz porque el Ministerio de Economía, liderado por Carlos Cuerpo, "va más en la dirección" que él plantea, aunque se mantiene prudente por ver qué ocurre dentro del Gobierno al respecto de este tema.

Lo cierto es que este asunto ha causado un choque entre Economía y Trabajo, y es que Yolanda Díaz no ha dudado en criticar la posición de Carlos Cuerpo, acusándole de estar "incumpliendo" el acuerdo alcanzado, ya que en 2024 la jornada debería haberse reducido a las 38,5 horas.

Respecto a la medida que quieren hacer efectiva para que la jornada laboral máxima en España sea de 37,5 horas semanales y esté en vigor antes del 31 de diciembre de 2025, Garamendi no discute su legitimidad, pero confesa que le parece que "no tiene ningún sentido".

"Una cosa es que tengamos que aceptarla y otra es que la compartamos", ha insistido. De esta forma, deja claro que es algo que no comparte, no le parece serio y no cree que sea bueno para el país.