El día en el que Bankia salía a banca oficialmente, todo el mundo coincide en que fue una gran farsa. El entonces presidente de Bankia habría maquillado las cuentas de la entidad en su salida a Bolsa, y un año después se producía el rescate más caro de la historia de nuestro país, unos 20.000 millones de euros

El escándalo le lleva a dimitir en mayo de 2012 y a declarar como imputado en la Audiencia Nacional dos meses después. Pero el exministro tiene otras causas pendientes. También está imputado por el uso de las famosas tarjetas black.

Las tarjetas opacas llegaron a Caja Madrid en 2003, y se utilizaron hasta la dimisión de Rato. Según los extractos, Rato sacaba su black, por ejemplo, en bares o discotecas, y llegó a gastar más de 40.000 euros.

Además, tiene otro frente judicial. El del pago que recibió del banco de inversión Lazard, la entidad para la que trabajaba antes de presidir Caja Madrid, y a la que contrató estando ya al frente de la entidad madrileña.

La Fiscalía Anticorrupción mantiene la investigación en marcha y el último punto negro conocido en la biografía del exbanquero: se acogió a la amnistía fiscal aprobada por el Ejecutivo de Rajoy en 2012.