Mercedes vió como su casero cambiaba repentinamente y ahora ha confirmado lo que intuía: el Ayuntamiento de Madrid se lo vendió a un fondo buitre saltándose la ley.
En un informe de la Cámara de Cuentas se detalla como las 1.860 viviendas municipales se traspasaron sin informes técnicos que lo avalaran y facilitando información a cuatro fondos antes de un concurso sin publicidad.
Unos pisos protegidos que se vendieron, dice el organismo, por debajo del precio de mercado, lo que supuso un quebranto para las arcas madrileñas.
Ana Botelladió las llaves de esos pisos y luego firmó la venta a la empresa Blackstone. Sin embargo, las condiciones en algunos casos han cambiado: se ha aumentado la renta del alquiler, por lo que algunos han sido desahuciados.
Al organismo fiscalizador le ha llamado la atención que no haya pruebas de una supuesta intermediación de una empresa a la que se pagaron casi 2,5 millones de euros.