El pasado 29 de octubre aparecía publicado en el BOE una orden ministerial que restringía el acceso a las becas Erasmus dos meses después de haber comenzado el curso escolar. Germán Fernández, un estudiante de Medicina de Erasmus en la ciudad italiana de Foggia, leía el texto y alertaba a sus compañeros. Les estaban cambiando las normas en mitad del partido. A partir de ahí, indignación en Twitter, recogida de firmas en Change.org, informaciones en medios de comunicación y, llegando tarde como casi siempre, las reacciones de los políticos.

La 'número dos' de Educación se apresuraba a defender la medida. Montserrat Gomendio explicaba que el Gobierno no había "retirado esta ayuda, sino que las concentra en los alumnos de rentas más bajas". Demasiado tarde, las Nuevas Generaciones del PP, jóvenes afectados por la medida, ya habían criticado el recorte denunciando la "inseguridad" en la que quedaban cientos de universitarios.

A la masa social y política que pedía el paso atrás del ministro, conformada en su mayoría por jóvenes estudiantes y miembros de la oposición, se fueron sumando progresivamente algunos pesos pesados de la calle Génova. El más activo, Esteban González Pons. El vicesecretario general de estudios y programas del PP reflexionaba en Twitter: "30 años de militante y no poder explicar a mi hijo lo que hace mi partido".

La indignación crecía y el PSOE, hasta el momento a 'rebufo' de la sociedad también como casi siempre, tomaba la iniciativa y pedía la dimisión de Wert durante la sesión de control en el Senado. El último en enseñarle la puerta de salida ha sido Eduardo Madina. "Tras el paso atrás del ministro, no sé por qué no dimite, por qué no es destituido después de lo que hizo ayer y anteayer".

Cuando Madina habla de "lo que hizo ayer" se refiere a la rectificación del ministro. José Ignacio Wert comenzaba la mañana con fuerzas, fiel a su estilo, como el "toro que se crece con el castigo". El artífice de la enésima polémica generada por el Ejecutivo de Rajoy pedía en una entrevista radiofónica un mayor "sacrificio algo mayor a los estudiantes Erasmus". El político madrileño justificaba el recorte argumentando que en Europa no se repartían estas ayudas y, convertido en una especie de Robin Hood, aseguraba que quitaba un poco a los 'ricos' para destinar algo más para los 'pobres'. No sonaba convincente. A lo largo de la mañana, el Ministerio de Educación emitía un comunicado ahondando en este mensaje. Tampoco apagaba el incendio. Finalmente convocada una rueda de prensa.

Antes de la comparecencia se manifestaba otro dirigente del Partido Popular, Alfonso Alonso, que decía: "Se ha suscitado una gran incertidumbre entre los estudiantes que ya están disfrutando de ese programa y tenían una expectativa, y hemos de escuchar y ser sensibles a esa incertidumbre". Estaba preparando el terreno para la rectificación de Wert, que llegaría a las 15:30 en el Senado. El titular de Educación explicaba que después de las conversaciones que durante la jornada había mantenido con Rajoy, con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saenz de Santamaría, y con el titular de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, decidía revocar la decisión de recortar las becas Erasmus.  Wert había sucumbido a la presión, la presión ejercida por los líderes de su propio partido.