Las comunidades autónomas podrán decidir si mantienen o no el toque de queda pasados los primeros quince días de estado de alarma. Así lo contempla el Gobierno en el texto en el que aprueba pedir al Congreso una prórroga de seis meses del estado de alarma.
El Ejecutivo ha eliminado la obligatoriedad del toque de queda en todo el territorio a partir del 9 de noviembre, y será entonces cuando los presidentes regionales deberán decidir si sigue en vigor en su comunidad.
Según ha explicado la ministra portavoz, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, se han eliminado del texto inicial los artículos relativos a la restricción de la movilidad nocturna para que lo decida cada comunidad autónoma.
Se trata de los artículos 9 y 10 del decreto del estado de alarma, que contemplaba esta restricción entre las 23.00 y las 6.00 horas. Así, quedará a criterio de cada "autoridad competente delegada", es decir, de los presidentes autonómicos, cuáles son las limitaciones de movilidad que se tienen que establecer en sus territorios.
Lo que pretende el Gobierno, ha dicho, es "dar un amparo constitucional" a las medias que van a ir aplicando las autonomías "siempre en función de datos epidemiológicos" y superar la segunda ola de la pandemia del coronavirus.
"Ese estado de alarma se pone a disposición de los presidentes de las comunidades autónomas para que ellos apliquen en su territorio las medidas de contundencia que nos permitan contener la expansión de la pandemia", ha añadido.
Montero ha explicado que se necesitan "medidas contundentes" para atajar los rebrotes y que este decreto de alarma "contribuye a que este presupuesto" se pueda desarrollar.
Montero ha reconocido el cansancio de la ciudadanía, pero ha considerado "imprescindible" que cumpla con las recomendaciones establecidas por las autoridades sanitarias.