Tras varios informes consultivos, la controvertida ley del aborto podría quedarse definitivamente en los cajones de Moncloa. Ya lo apuntaba el pasado sábado Rafael Hernando en laSexta Noche: "Si no hay un texto que pueda ser consensuado con el conjunto del PP y el conjunto de las formaciones políticas, seguramente el Gobierno se planteará si sacarlo adelante".
Este sábado, ‘El Mundo’ se reafirma en la idea de que Alberto Ruiz Gallardón podría haber recibido la estocada final a su anteproyecto. El ministro afirmó a principios de verano: "Estoy en condiciones de decirles que el proyecto se aprobará antes de que termine el verano, pero el verano se termina en septiembre".
Sin embargo, las duras críticas desde fuera y dentro del partido a una ley de supuestos que ni siquiera contemplaba las malformaciones del feto, han dañado tanto la imagen del PP en las encuestas, que algunos ya han empezado a hablar de ella como "un gran error".
Esto ya lo advirtieron varios versos discordantes dentro del PP, como Monago que afirmaba que "no se puede negarle a nadie el derecho a ser madre, ni tampoco nadie puede obligarla a serlo". En este aspecto, Cifuentes señaló: "Yo personalmente, y lo he dicho también muchas veces en mi partido, soy más partidaria de una ley de plazos".
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno aseguró estar “tan cómoda con la ley como lo estaba con la de 1985”. La misma Celia Villalobos rompió la disciplina para votar en contra del anteproyecto: “Espero que nunca se apruebe". Hasta Rajoy parece haber dado la espalda al ministro de Justicia, borrando incluso del debate político el tema del “aborto", ya que en vísperas electorales, podría herir gravemente las aspiraciones del partido.
El recién estrenado líder socialista ya se apunta esta pequeña victoria, hablando de “una oposición ciudadana que cuenta con dos victorias”. “La primera que esperemos que el Gobierno haga firme es la retirada de la ley del aborto”, ha destacado.
Algunos diarios como ‘El Plural’, apuntan ya a que Gallardón, uno de los ministros peor valorados según el CIS, habría dado un ultimátum al Gobierno. Si no consigue llevar a término su gran cruzada personal, "se planta y se va".