Gonzalo Boye, abogado de Carles Puigdemont y de la causa independentista, se ha sentado en el banquillo de la Audiencia Nacional tras ser acusado de haber fabricado documentos mercantiles para blanquear dinero procedente del narcotráfico.
El abogado ha llegado al juicio arropado por los dirigentes de Junts y abogados catalanes que, junto con una pancarta con el lema 'No te rindas', han querido mostrarle todo su apoyo.
Los allí congregados han denunciado que se trata de un juicio político. "Es un montaje con claras motivaciones políticas, una nueva muestra de la falta de calidad democrática de la justicia española", ha señalado Josep Rius, portavoz adjunto de Junts en el Parlament.
Este es, en realidad, un juicio oral contra una operación de narcotráfico encabezada por el capo gallego de la droga, Sito Miñanco. Boye era su abogado, y se sienta en el banquillo junto a él por blanqueo de capitales y falsedad documental.
Al parecer, habría creado documentos mercantiles falsos para recuperar casi un millón de euros que la Policía había incautado en 2017 a la banda en el aeropuerto de Madrid.
Un inspector policial ha asegurado que hay fotografías del abogado en reuniones donde se planeaba cómo justificar los pagos. Por su parte, el abogado dice que él solo hacía su trabajo. "Es una acusación totalmente especulativa, los hechos no son como ha planteado el ministerio fiscal", ha asegurado.
Fiscalía pide casi 10 años de cárcel y el pago de 2,7 millones de euros para quién ha sido el respaldo legal de los independentistas, siendo escudero de Puigdemont, incluso, en su fugaz paseo por Barcelona.