Trabajar en el Ayuntamiento de Valdemoro bajo el mando de los alcaldes implicados en la trama Púnica era hacerlo bajo presión. Montserrat Pacheco, funcionaria del Ayuntamiento de Valdemoro, reconocía ante el juez Velasco que "nos citaban en su despacho y nos decían que había que sacar determinados expedientes o no cobrábamos".
Esta misma funcionaria fue la encargada de custodiar personalmente la licencia de obra de la mansión que supuestamente iba a ser para Granados, con habitación del pánico incluida, pero que nunca figuró a su nombre.
La revista 'Interviú' había publicado un reportaje en el que relacionaba a Granados con el constructor. El exconcejal de cultura también tuvo encargos peliagudos, como pagar facturas a Alejandro de Pedro, empresario implicado en la trama.