En su testimonio, Granados negaba todo, asegurando que "nunca jamás he tenido ningún negocio ni con el señor Marjaliza ni con nadie", más todavía cuando el juez le acusaba de cobrar mordidas junto al PP de Madrid. El Juez Velasco le pregunta, "¿eso lo niega? y Granados lo afirma "Vamos que lo niego pero 100%".

Otros, como el empresario David Marjaliza, guardaban silencio, a pesar de los delitos que se le imputan. Su exsecretaria adoptó otra postura, un clásico: el que no sabe nada, asegurando que no entendía la pregunta cuando el juez Velasco le preguntó "¿usted es testaferro de Marjaliza?".

Algunos se pusieron ante el foco a raíz de las declaraciones. A Carlos Floriano le pillamos a contrapié después de ser señalado por el imputado Alejandro de Pedro.  El informático apuntó de nuevo a la misma sede, pero a otra planta, la del PP madrileño. Alejandro de Pedro aseguró que facturó " 40.000 euros por seis o siete meses de campaña".

Otra cosa que también le queda cerca a Aguirre, su exconsejero Salvador Victoria, imputado, supuestamente presionó a INDRA para que pagara en negro a una empresa de la trama. Así lo cuentan dos declarantes, uno de INDRA y otro de la Comunidad de Madrid.

José Martínez Nicolás, informático de la Comunidad de Madrid declaró que "Le dijo: Si ayudan bien, pero si no, decidlo y no pasa nada. En esto nos ayudamos o no nos ayudamos." La empresa INDRA poco después metió 10.000 euros en un sobre que dio a Alejandro de Pedro, según su propio testimonio.

Son algunas novedades que se han destapado en los interrogatorios. A pesar de algunos silencios, la trama va camino de convertirse en un escándalo.