Faltaba media hora para
que comenzara la conferencia y los estudiantes esperaban con gritos de "fuera
terroristas de la universidad" a Felipe González y Juan Luis Cebrián. Cientos
de estudiantes taponan la puerta de entrada pero no se identifican, se tapan con caretas
marcadas con nombres de víctimas de los Gal, aunque ahí en medio también se
cuela también una de Pedro Sánchez.
Ni González ni Cebrián aparecen
y sube la tensión de la protesta, los estudiantes buscan entonces otro acceso y
el momento más tenso se produce cuando se abre otra puerta, se ve el interior de
la sala y se producen empujones, zarandeos.
A pesar de ello no lo consiguen entrar y exponen sus razones en
el pasillo. "Estamos legitimados para realizar un boicot directo a la presencia
de estos dos seres nauseabundos que representan lo peor de lo viejo y que no
termina de morir", explicaba uno de ellos.
Al final logran su objetivo, reventar la conferencia, y también
provocan reacciones políticas. "Felipe González hoy es la provocación con patas
andando", señala Francesc Homs.
Desde la Universidad no
tomarán medidas, pero lamentan lo ocurrido. "Están
haciendo un flaco favor a la democracia, llamaban fascistas y ellos estaban
adoptando posiciones fascistas", señala Yolanda Valdeolivas, decana de la
Facultad de Derecho de la Autónoma. Además añade que lo mejor hubiera sido rebatir a
González y a Cebrián con la razón y el diálogo.