El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ha negado que se le haya adjudicado "por la cara" una vivienda de la Guardia Civil y ha dejado claro que "jamás" ha hecho algo "indigno ni deshonroso" ni ha cometido en su vida "ninguna irregularidad".
Unas palabras con las que Serrano ha querido defenderse en una rueda de prensa convocada veinticuatro horas después de la información de El Objetivo, de la que se han hecho eco numerosos medios, sobre la concesión irregular de una vivienda de la Guardia Civil para el máximo responsable de Tráfico.
"Ha sido un día muy injusto", ha defendido Serrano que ha pedido "reflexión" antes de sostener que "jamás" podría ocupar una vivienda de la Guardia Civil que fuera para uso exclusivo de agentes.
Serrano ha aclarado que fue la Guardia Civil la que pidió el pasado 8 de febrero que se les cediera el uso de unas instalaciones situadas en la calle Emilio Muñoz en las que precisamente está ubicada la vivienda que tradicionalmente ha sido ocupada por los directores de tráfico.
Una vivienda, ha explicado, que llevaba más de un año sin ocupar y que estaba pendiente de reformar. Por este motivo y ante la petición de la Guardia Civil, Serrano respondió una semana después que aceptaba la solicitud a cambio de que el instituto armado le cediera otra de sus viviendas.
El director ha señalado que no obtuvo respuesta, si bien ha recordado que la Dirección General de la Guardia Civil ha informado que finalmente la permuta fue rechazada "por los motivos que considerasen". "La verdad es que estoy un poco dolido, por ser suave y creo que jamás he hecho indigno ni deshonroso y no iba a venir a ocupar este puesto". "No he cometido ninguna irregularidad en mi vida", ha reiterado, al tiempo que ha señalado: "se han cebado contra mi persona".