El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha confirmado en una comparecencia pública que dimitirá de su cargo al frente de la Junta a finales de agosto. Griñán ha aclarado que su renuncia no significa que abandone la política, ya que se mantendrá como secretario general de los socialistas andaluces.

Griñán descarta que se contemple un adelanto electoral en Andalucía; y asegura que son varios los motivos que han motivado su marcha, pero que pesan sobre todo los personales, de los que no ha dado detalle.

José Antonio Griñán insiste en que "nadie ha escrito la agenda del partido socialista de Andalucía" y defiende la capacidad de Susana Díaz para ocupar el cargo de presidencia en la Junta de Andalucía. "Mi sucesora ha ganado unas primarias legítimas y tiene experiencia demostrada para afrontar el cargo". Griñán asegura que, desde hace tiempo, ha hablado sobre su decisión con Rubalcaba.

Griñán ha confesado sentirse afectado por ciertas cosas que se han afirmado sobre su marcha y "que no se corresponden con la realidad". El presidente andaluz ha insistido, una vez más, en su inocencia en el caso de los ERE fraudulentos. "No hay razones para imputar en los ERE al actual presidente de la Junta".

Acerca de su salida, ha detallado que se debe a razones personales y políticas, según él, su marcha dará lugar a un Gobierno de Andalucía más fuerte y renovado. Un ejecutivo autonómico frente al cual, ha dicho, el PP no podrá utilizar el escándalo de los ERE.

Desde el PSOE se respalda una decisión que consideran positiva desde el punto de vista política, al respecto, Elena Valenciano ha mostrado su respeto. Sin embargo, dentro del partido hay quienes no terminan de explicarse qué ha llevado a Griñán a su renuncia. "Debe haber alguna razón que desconozco para que la decisión haya sido tan rápida", ha dicho Alfonso Guerra en una entrevista radiofónica.

Izquiera Unida ha dicho que la salida de Griñán no debería poner en peligro el pacto de Gobierno en Andalucía, siempre y cuando se respete al programa acordado.

Sin embargo, para la oposición no cabe duda, han sido los ERE y la Justicia quienes han precipitado su marcha.