El tradicional concierto de Sant Esteve, que cada año se celebra en el Palau de la Música Catalana y al que ha asistido el presidente catalán, Quim Torra, ha acabado con gritos de "independencia" y de "libertad, y con la exhibición de una pancarta de Tsunami Democràtic.
Las reivindicaciones políticas han llegado al final del concierto, con la interpretación del Cant de la Senyera y dels Segadors, himno catalán.
En ese momento, un gran número de los asistentes, puestos en pie, han gritado proclamas en favor de la independencia y de la libertad de Cataluña, y se ha podido ver entre el público decenas de banderas independentistas.
Algunos de los miembros del coro también han exhibido estelades, y una decena de los cantores han desplegado una pancarta de Tsunami Democràtic.
Poco después de vivir ese momento, el propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha colgado un vídeo de ese instante en su cuenta de Twitter en el que asegura: "Gran Concierto de San Esteban, con cuatro composiciones que se han estrenado hoy y el público, al final, de pie, gritando Libertad e Independencia. Gracias Orfeó Català!".
Un grupo de niños también subía al escenario. Un hecho que Pablo Casado critica. "Les utilizan de 'atrezzo' de las consignas, de las banderas y de las pancartas independentistas", comenta el secretario general del Partido Popular.
Para Ciudadanos es un intento más de expulsar a los no independentistas. "Lo que están haciendo es hacernos sentir incómodos en muchas fiestas populares, en nuestras calles, en nuestras plazas o en un concierto" tan tradicional como este, asegura Inés Arrimadas.
El concierto de Sant Esteve, organizado por la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música, y que interpretan el Orfeó Català y el Cor de Cambra del Palau de la Música, está dedicado a los villancicos populares catalanes.
También se produjeron reivindicaciones políticas en el concierto del Mesías de Händel celebrado el 23 de diciembre en el Auditori, cuando parte de los asistentes y del coro gritó proclamas en favor de los dirigentes soberanistas encarcelados, lo que llevó a algunos otros asistentes a abandonar la sala.