El grupo activista Cheollima Civil Defense (CCD) ha reivindicado este miércoles el reciente asalto a la embajada norcoreana en Madrid, tras levantarse el secreto sobre la investigación judicial del suceso, y negó que se tratase de un ataque violento.
En la página web del grupo, que recientemente se rebautizó como 'Free Joseon' (Corea libre), se asegura que "no fue un ataque", sino que la agrupación respondió "a una situación urgente en la embajada de Madrid", que fue invitada al interior de la legación y que "en contra de lo publicado, nadie fue amordazado ni golpeado".
El auto del juez José de la Mata, que levantó el martes el secreto sobre la investigación, señala que el considerado cabecilla de la operación, el mexicano Adrian Hong Chang, entró en la embajada usando una identidad falsa para reunirse con el principal representante norcoreano en España, el encargado de negocios So Yun-sok.
Pero en contra de lo que asegura CCD, el auto, que por otra parte no menciona el nombre del grupo en ningún momento, afirma que Hong franqueó el paso al resto de personas que asaltaron el edificio el 22 de febrero y que éstos "comenzaron a golpear violentamente a sus ocupantes, hasta que consiguieron reducirlos y colocarles grilletes y bridas para inmovilizarlos".
El auto también contradice lo que asevera el mensaje en la web -"por respeto al país anfitrión, España, no se emplearon armas"- y relata que se usaron machetes, cuchillos, barras de hierro y armas de fuego simuladas para intimidar al personal de la embajada, a los que les fueron sustraídos dispositivos informáticos.
La publicación de CCD asegura que "no hubo otros gobiernos involucrados o que fueran conscientes" de la operación, que ésta "no tuvo relación con la cumbre de Hanói" entre Corea del Norte y Estados Unidos sobre desnuclearización que se celebró días después y pide disculpas a las autoridades españolas.
Añade que el grupo posee "pruebas que dan veracidad" a su relato de los hechos y que no puede compartir más información por el momento para garantizar el anonimato de sus miembros y evitar convertirlos en objetivo del régimen de Pyongyang.
A su vez, reconoce el contacto mantenido con el FBI estadounidense del que informó el diario 'Washington Post', pero acusa a la oficina federal de investigación de romper su acuerdo de confidencialidad y de poner en peligro a los integrantes de CCD.
El presunto cabecilla
Hong, para el que el juez De la Mata ha solicitado a EEUU la extradición junto con el ciudadano estadounidense Sam Ryu, aparece ahora como principal candidato para ser el líder detrás de CCD.
La web especializada 'NK News' asegura, citando a fuentes próximas al asunto, que Hong, residente en EEUU, es uno de los fundadores de la organización Liberty in North Korea (LiNK), que apoya a desertores norcoreanos, y que podría haber obtenido el pasaporte mexicano por ser hijo de misioneros que estuvieron en México.
Al año siguiente de fundar LiNK, Hong fue detenido en China -y posteriormente deportado a EEUU- junto a otros dos miembros de la organización y seis desertores norcoreanos a los que trataba de ayudar a llegar a Corea del Sur (algo que no permite el Gobierno de Pekín).
Representantes de LiNK contactados por Efe se limitaron a remitir un comunicado en el que aseguran no tener relación con esta persona. "Adrian Hong fue cofundador de LiNK cuando era universitario, pero no tiene relación con la organización desde hace más de diez años. No tenemos conocimiento de sus actividades recientes y no tenemos información sobre el incidente de la embajada de Madrid", reza el texto.
NK News afirma también que Hong fundó una organización llamada Joseon Institute, entidad cuyo propósito fundacional es similar al de CCD, que ha asegurado estar detrás del rescate de norcoreanos amenazados por el régimen y que ha llegado a proclamar un gobierno en el exilio y a vender visados para entrar a Corea del Norte cuando "sea liberada".
Hong, que también trabajó con la fundación TED, fue a su vez director gerente de otra entidad basada en el estado de Nueva York llamada Pegasus Strategies. Llama la atención que Cheollima, caballo de velocidad sobrenatural de la mitología china que en el imaginario coreano toma la forma de un corcel alado y da nombre a CCD, recuerde poderosamente a Pegaso, el rocín con alas del Olimpo griego.