Trabajadores del Hospital Carlos III de Madrid han despedido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, lanzándoles guantes de látex a los coches en los que se marchaban después de haber visitado en el centro a la paciente contagiada, Teresa Romero. Lo han hecho al grito de "cobardes" y "sinvergüenzas".

Algunos trabajadores han cogido los guantes de látex y se los han rozado por la cara, un gesto que ha sido interpretado como un mensaje de apoyo a Romero después de que reconociera que a lo mejor se había podido contagiar después de rozarse la cara cuando se estaba quitando el traje de protección.

Durante todo el día, la mayoría de los trabajadores que han accedido a hablar con los medios dudaban de esta versión ofrecida por los doctores del hospital y el consejero de Sanidad de la Comunidad, Javier Rodríguez.