Andreas Lubitz debería haber estado en seguimiento psicológico por recomendación médica. Así está certificado en la ficha del joven alemán que la Oficina Federal de la Aviación (LFA) ha descubierto en la sede de Lufthansa, el grupo de aerolíneas al que pertenece la compañía de bajo coste Germanwings, y a la que ha tenido el dominical alemán "Bild am Sonntag".
En este documento los médicos de la compañía abogan por que se mantenga un seguimiento psicológico a Lubitz, pese a haber sido considerado capacitado para volar y haber recibido ya su licencia de piloto. La información es especialmente relevante porque las fiscalías de Düsseldorf (Alemania) y Marsella (Francia) están estudiando la posibilidad de imputar a Lufthansa, la mayor aerolínea alemana, por un delito de homicidio por imprudencia.
Tras estas nuevas revelaciones Lufthansa no ha querido posicionarse, alegando que estos documentos se encuentran en la actualidad en manos de la fiscalía para su evaluación. Desde abril de 2013 los médicos de las compañías aéreas tienen la obligación de advertir a la LFA en casos de enfermedades graves de los pilotos.
Lubitz realizó sus estudios de piloto en el centro de formación de Lufthansa y en 2009 realizó un parón debido a un "episodio grave de depresión". Posteriormente se reincorporó a la escuela y Lufthansa contrató para examinar a Lubitz a un psicólogo externo, que no detectó problemas en el joven. El 24 de marzo un avión de Germanwings con 150 personas a bordó -más de 70 alemanes, unos 50 españoles- se estrelló contra los Alpes franceses cuando cubría la ruta entre Barcelona (España) y Düsseldorf.