El rey Felipe VI ha presidido este jueves la primera ceremonia civil de Estado que se celebra en España en homenaje a las víctimas del coronavirus así como a los sanitarios y personal esencial durante la pandemia.
En su discurso, el rey ha destacado que este es un día que "conservaremos en nuestra memoria" y "dejará huella en nuestras conciencias". Felipe VI ha recordado a los fallecidos y ha transmitido su pesar a sus familiares que, ha dicho, no están solos en su dolor: "Es un dolor que compartimos; su duelo es el nuestro, que aquí se hace presente ante todos los españoles. Dolor y duelo en los que también todos nos reconocemos".
"Todos ellos, todos los fallecidos, permanecerán en nuestro recuerdo", ha señalado el jefe del Estado durante su intervención en la ceremonia que ha durado poco más de 40 minutos y en el que ha expresado que aunque este acto no puede reparar el dolor de muchas familias, ni atenuar su tristeza, sí hace "justicia a su vida, a su contribución a nuestra sociedad, a su memoria".
Llamada a la unidad y el entendimiento
Ha hecho también una llamada a la unidad para vencer las dificultades porque, ha defendido, será "el mejor homenaje a quienes hoy, con toda justicia y merecimiento, recordamos, reconocemos y honramos". "Sin duda, hemos contraído una obligación moral y un deber cívico: la obligación moral de reconocer, respetar y recordar siempre la dignidad de los fallecidos y especialmente el espíritu de esa generación admirable de españoles; y el deber cívico de preservar e impulsar los mejores valores que fundamentan nuestra convivencia".
Felipe VI ha resaltado que en estos meses, la sociedad ha dado una lección "de inmenso valor" y que cuando en el futuro recordemos estos días también recordaremos el ejemplo "de civismo, de madurez, de resistencia, de compromiso con los demás".
"Esa deuda moral y ese deber cívico nos obligan y comprometen a todos. Pongamos juntos, pongamos unidos toda nuestra voluntad, nuestra capacidad, todo nuestro saber, todo nuestro esfuerzo y empeño para poder mirar hacia el futuro con confianza y con esperanza. Y hagámoslo desde el respeto y el entendimiento" ha dicho en su discurso.
También ha tenido palabras para todos los trabajadores esenciales que con su conducta, ha dicho, han hecho mucho más que cumplir con su deber. En este sentido, ha destacado que esta crisis "nos ha puesto a prueba como país y como sociedad", pero también nos ha permitido comprobar "los principios que definen y caracterizan a miles de ciudadanos que han puesto su esfuerzo y su trabajo al servicio del bien común".
Una labor que ha agradecido y subrayado que "les debemos mucho más de lo que podamos imaginar" porque en condiciones difíciles, "han sostenido el pulso de nuestro país". Una de las anécdotas de la jornada se ha producido cuando, al volverse a su asiento, la princesa Leonor le ha tenido que recordar que se volviera a poner la mascarilla que se había quitado para pronunciar su discurso.
El acto, en el que han participado 400 personas, ha comenzado al tiempo que el reloj marcaba las 9 horas tras lo que la Orquesta de RTVE ha interpretado el himno de España.
Con mascarillas y trajes oscuros, los asistentes al acto han comenzado a llegar en torno a las 8:30 horas y han ido tomando asiento en sus lugares en torno a un pebetero que se ha encendido en recuerdo a la memoria de las víctimas.
Visiblemente emocionado el hermano del periodista Jose María Calleja, Hernando Calleja, ha sido el primero en tomar la palabra en nombre de los familiares de las víctimas. Ha comenzado su intervención nombrado a algunas personalidades que han fallecido en los últimos meses consecuencia de la enfermedad, pero se ha detenido en los fallecidos "anónimos silenciosos" para honrar su "memoria desnuda".
Calleja ha señalado que aunque no conoce los nombres ni compartió vivencias con ellos, compartió con ellos "ilusiones y esperanza" y ha señalado que cuando habla de su hermano, habla de todos ellos y recuerda a todos ellos quiso pedir a todos "compasión, un sentimiento que nos hace más humanos", y también "memoria".
También ha tomado la palabra en nombre de todos los trabajadores esenciales, la supervisora de enfermeras del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Aroa López, que ha dado testimonio de cómo han vivido la pandemia en primera linea con un sentido y reivindicativo discurso en el que ha asegurado que tuvieron que "tragar lágrimas cuando nos decían 'no me dejes morir solo".
Calleja y López han sido los únicos junto al rey que han hablado en el acto solemne, que ha continuado con una ofrenda floral ante el pebetero en memoria de las víctimas mientras la Orquesta y Coro de RTVE ha interpretado el 'adaggio' para cuerdas Op.11” de Barber.
El homenaje ha concluido con un minuto de silencio tras la lectura por parte del actor José Sacristán del poema 'Silencio' de Octavio Paz, uno de los momentos más emotivos de la ceremonia. "Y queremos gritar; y en la garganta se desvanece el grito. Desembocamos al silencio, en donde los silencios enmudecen", reza el poema.
Al acto han acudido un centenar de víctimas y familiares del coronavirus, representantes de la sociedad civil y de los trabajadores de los servicios esenciales, todos los miembros del Gobierno, los partidos representados en el Congreso, menos Vox, ERC, BNG, Bildu y la CUP, los presidentes autonómicos, los expresidentes del Gobierno -salvo Felipe González, que tenía un compromiso anterior- y también representantes de distintas confesiones religiosas.
Pedro Sánchez, en su cuenta de Twitter, ha recordado así a las víctimas.
Igualmente han asistido representantes de instituciones internacionales, como el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el alto representante de la UE, Josep Borrell, así como también el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros dhanom Ghebreyesus y el secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Zurab Pololikashvili.