El dirigente socialista, Miquel Iceta, ha aprovechado el Consell Nacional de PSC para analizar la situación política que se abre tanto en Cataluña, tras la formación de un Govern de Junts pel Sí con el apoyo de la CUP, como en España, donde siguen las negociaciones para ver qué partido acaba logrando el apoyo mayoritario para gobernar.
En su discurso, Iceta ha pasado del catalán al castellano, "para que se me entienda bien en el resto de España sin necesidad de doblaje ni subtitulación", ha destacado, para arremeter contra la decisión de Mariano Rajoy de declinar de momento someterse a la sesión de investidura al carecer de apoyos para formar gobierno.
Con esta maniobra, según Miquel Iceta, Mariano Rajoy no sólo altera el calendario, al aplazar la cuenta atrás para otras elecciones, sino que traslada la gestión de la crisis al Partido Socialista, a su vez presionado por Podemos.
El primer secretario del PSC que ha dejado claro que los socialistas no apoyarán a Rajoy ni con su voto ni con su abstención, ha calificado el movimiento del líder del PP de "irresponsable" para "ganar tiempo".
"En lugar de presentar un programa ante la Cámara, se esconde en Moncloa esperando poco menos que un milagro", ha afirmado Iceta, que considera que esta actitud demuestra que Rajoy "no es el presidente que los españoles merecen ni mucho menos desean".
En su opinión, el presidente del Partido Popular, "incapaz de reconocer su fracaso político", intenta demorar ahora "una decisión irrevocable" y "sentarse a esperar que los problemas se resuelvan por sí solos". Y esto, ha señalado, "no es lo que requiere España".
Por eso, el líder de los socialistas catalanes ha añadido que, o Rajoy "da un paso al frente o es mejor que se retire". Además, ha añadido que Mariano Rajoy "se ha quedado solo y no tiene fuerzas ni ilusión ni ideas para seguir al frente del gobierno".
Sobre la actuación del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que hasta ahora ha dejado que sea Mariano Rajoy quien intente formar gobierno, Iceta ha defendido que "ha actuado con prudencia" y que nadie debe ver en ello "una vacilación o una debilidad", porque la democracia, ha recalcado, es el respeto a las normas y a los plazos.
"Nadie debe dudar que Sánchez presentará su candidatura cuando la proponga el Jefe del Estado a través del presidente del Congreso", ha asegurado el líder de los socialistas catalanes.
También Miquel Iceta ha hablado sobre la propuesta que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha ofrecido al PSOE. Dicha propuesta ofrece la posibilidad de formar un gobierno progresista de los dos partidos junto a Izquierda Unida, y además, Iglesias propone a Sánchez como presidente y a él mismo como vicepresidente.
Iceta ha considerado que Pablo Iglesias no hizo esta propuesta "ni en el momento ni en la forma más adecuada", pero ha valorado positivamente que Podemos abandonara las "líneas rojas" para negociar la investidura de Pedro Sánchez al frente de un gobierno reformista.
Ha destacado, en todo caso, que antes de acordar el reparto de ministerios conviene pactar las políticas públicas que se van a llevar a cabo, a la vez que ha recordado que los socialistas siempre han demostrado su capacidad de diálogo, negociación y pacto y su vocación de gobierno y servicio a la ciudadanía. "No fallamos en 1982, en 2004 y, llegado el momento, no fallaremos tampoco en 2016", ha señalado.
Sobre la situación en Cataluña, Iceta ha declarado que el PSC se abstendrá de participar en cualquier iniciativa que pretenda dar continuidad al proceso soberanista y ha denunciado el "engaño" que supone decir que se someterá a referendo una constitución catalana.
"Hemos pasado de un simulacro de consulta a un simulacro de Constitución", ha lamentado Iceta, que ha expresado su intención de ejercer el papel de principal fuerza de izquierdas en la oposición y de "vigilar" el plan de choque social que tiene previsto impulsar el nuevo ejecutivo catalán.
Ha reafirmado asimismo su convicción de que la única solución al encaje de Cataluña en España pasa por renovar el pacto constitucional a través de una reforma de la Carta Magna que se someta a referéndum, lo que, ha reconocido, "requerirá tiempo y capacidad de acuerdos, así como "muchas otras cosas que tendrán que pasar antes", como la revisión del sistema de financiación.