Más de un millón de euros en un solo día, es lo que ganó Francisco Granados con sólo dos operaciones inmobiliarias muy rentables. En el año 2000 compró una finca por 53.000 euros, vendida en 2007 por diez veces más de lo que pagó. En 1999 adquirió otra por 62.000, vendida más tarde por 672.000 euros.

El informe de Hacienda que aparece en el sumario ofrece más detalles del emporio inmobiliario levantado por el exalcalde de Valdemoro. Junto a su esposa, acumula tres viviendas en su pueblo, dos más en Marbella que ya vendieron, cinco plazas de aparcamiento, cinco solares urbanos y dos terrenos rústicos que suman una hectárea. Además, hay que añadir la vivienda de lujo que no llegaron a terminar en 2005.

Un inventario difícilmente sostenible con el millón de euros que ganó durante los diez años que ocupó cargos públicos. Pero las cuentas de Granados dejan más sorpresas. En siete de los nueve ejercicios investigados por la Agencia Tributaria, su declaración de la renta le salió a devolver.

Un imperio que empezó a tambalearse con la aparición de una carta en marzo de 2013, en la que un denunciante anónimo le señala ante la Fiscalía: "Granados se dedica a llamar a los alcaldes para 'asesorar' y ya de paso llevar a cabo unos contratos muy sobreelevados en donde una cantidad sobrante vuelve al partido". Meses después, se abrió la operación por la que lleva desde el 1 noviembre en prisión.