Hasta en cinco ocasiones, y cada vez más tenso, utiliza Iñaki Urdangarin este argumento ante el juez. "Cuando creo que un correo electrónico es personal entre una persona y un destinatario lo preservo, porque entiendo que no he puesto en copia a nadie ni estoy autorizando a nadie para que lo divulgue".

Así explica el duque de Palma su demanda a siete medios de comunicación por supuesta intromisión de su intimidad, al publicar correos comprometidos. "He venido aquí a proteger unos correos de carácter personal e íntimo. No le voy a reconocer si yo he cometido o no unas infidelidades. Las infidelidades no se reconocen, no le interesan a nadie".

No es la primera vez que se airea la correspondencia de Urdangarin, antes hubo otros polémicos emails. Pero aunque esos correos dañaron su imagen, el duque les quita importancia. "Yo me comunico así con las personas a las que envío mis correos. Los correos más de broma, de lenguaje jocoso no los encuentro, hasta este momento, como correos que dañan mi intimidad".

Pero en esta ocasión quiere proteger a su familia. "Cuando veo que las insinuaciones son hacia mi vida personal y que afectan a mi familia, creo que llega el momento de actuar". Urdangarin asegura entender la parte pública de su cargo, pero reivindicando la intimidad de sus comunicaciones.