En la sesión de control al Gobierno, el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha anunciado que su departamento declarará el cierre de la nuclear burgalesa antes del próximo seis de julio.

"No obstante, se está analizando la situación con los aspectos relacionados con la regulación de su cese de explotación definitivo ya que se produce por razones distintas a la seguridad nuclear, sino que se basa única y exclusivamente en razones económicas".

El pasado 16 de mayo, Nuclenor, empresa propietaria de Garoña, en Burgos, solicitó al ministerio de Industria la modificación del real decreto que ordenaba su cierre el seis de julio para poder evaluar la prórroga de su vida útil durante un año más, pero sin operar.

En diciembre de 2012, Nuclenor desacopló a Garoña de la red eléctrica para transferir su combustible gastado a la piscina de almacenamiento, una decisión que adoptó por su desacuerdo con las nuevas tasas sobre el combustible gastado y los residuos radiactivos. La empresa ha sostenido reiteradamente que la nueva fiscalidad hace inviable su funcionamiento.

El pasado 24 de mayo, el Consejo de Seguridad Nuclear votó por mayoría a favor de conceder un nuevo plazo a esta central para poder considerar la prórroga.

La orden de cierre definitivo de Garoña fue aprobada por el entonces presidente del ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero en julio de 2009, pero el Gobierno del PP revocó la decisión, y se mostró favorable a la prolongación de su vida útil, una de sus promesas electorales.

Nuclenor se negó entonces a solicitar la prórroga si no se le eximía de pagar las nuevas tasas que recoge la ley de medidas fiscales para la sostenibilidad energética.