El auto de la Audiencia de Palma le quita a la Infanta un peso de encima, el del Nóos y le pone otro, el de Aizóon. Es la sociedad compartida al 50% por los duques de Palma pero también, la empresa central de la trama urdida por Diego Torres e Iñaki Urdangarin.

"En cuanto a Aizóon, existen indicios de haberse cometido delito contra la Hacienda Pública (...) La entidad Aizóon es una sociedad pantalla que ha sido constituida con finalidad defraudatoria", reza el [[LINK:DOCUMENTO|||a3document/2013/05/07/DOCUMENTS/00006/00006.pdf|||auto judicial]]. Suficiente para adelantarle a Cristina de Borbón que el "yo no vi nada" no servirá."(...) la Infanta debería saber que Aizóon no era una sociedad de profesionales y que ella y su marido la utilizaban para defraudar".

El abogado de la infanta no lo oculta. Saca pecho por la desimputación. Miquel Roca Junyent, ha explicado en Barcelona que seguirá trabajando "hasta dejarla definitivamente desimputada" en el caso Nóos de presunta corrupción. Pero sabe que los problemas ni mucho menos han acabado pues su trabajo se centrará en convencer de que la hija del Rey no cometió delito fiscal, o sea, darle la vuelta a la postura de la Audiencia, que cree que tanto ella como su marido "se beneficiaron".

Y ese dinero, dicen los jueces, no se quedó en las cuentas de Aizóon si no que fue a parar al lujo de su residencia en Pedralbes. El abogado Iñaki Urdangarin no ha aclarado si le gusta o no la desimputación de la infanta. Pero todo apunta a que la decisión debilita aún más si cabe la situación de su cliente.