Con la Visa oro por delante, la infanta Cristina se costeaba su vida de lujo gracias al dinero público que captaba su empresa Aizóon, de la que ahora es Presidenta y que comparte al 50% con su marido. Es lo que se desprende de los movimientos bancarios requeridos por el juez Castro al BBVA.
Excursiones y viajes, ropa de primera calidad para sus hijos, y hasta flores. Operaciones que podrían servile al juez para volver a imputar a la infanta. La hija menor del rey utilizó su Visa oro de Aizóon para gastarse por ejemplo más de 350 euros en un establecimiento turístico de Soller, en Mallorca, u 8 euros en canciones de iTunes.
El abogado de la infanta no ha querido valorar si estos movimientos acercan a su clienta a la imputación. Pero es que uno tras otro, emergen elementos que demostrarían el verdadero papel de la infanta en Aizóon, muy distinto al que desempeñaba en el Instituto Nóos.
El abogado de Urdangarin ha negado que los 150.000 euros que los duques desviaron a sus cuentas corrientes tuvieran origen público. En el Congreso de los Diputados hay grupos que siguen viendo con recelo la actual situación de la infanta. Veremos si con estos movimientos bancarios de Cristina de Borbón, su situación judicial cambia.