En cuestión de tres meses la inmigración ha pasado de ser el noveno motivo de preocupación en España, al primero según la percepción de la ciudadanía que recoge el CIS. Si en junio, tan sólo un 16,9% de los encuestados la consideraba como una de sus mayores preocupaciones, en septiembre ha escalado hasta el 30,4%.
Hay que remontarse hasta 2007, tras la conocida como crisis de los cayucos, para encontrar una mayor preocupación sobre este asunto.
En esa misma encuesta elaborada por el CIS, la preocupación por la llegada de migrantes se desploma cuando se pregunta, si a nivel personal, les supone un problema la llegada de esas personas. En esa casuística pasa a ser la principal inquietud sólo para el 13,7%. Está en el quinto lugar, por detrás de la economía, la sanidad, el empleo y la vivienda. Y solo un escalón por encima respecto a julio, cuando era la sexta preocupación personal de los españoles.
El problema lo tienen quienes tienen que dejarlo todo y embarcarse, porque ya no hay otra opción, en un camino que los puede llevar a la muerte. Como las más de 640 personas que en las ultimas 24 hora han llegado a las costas canarias en 11 cayucos. Un trayecto muy peligroso de 15 horas, sin descanso, con al menos 15 menores, varios de ellos bebés, y 40 mujeres, algunas de ellas embarazadas. Salvamento Marítimo los ha rescatado a kilómetros de la costa. La mayoría se dirigía a Lanzarote.