La ropa usada supone al ayuntamiento de Madrid una ganancia de 600.000 euros al año. Un gesto solidario que da mucho dinero y por ello las empresas pagan cada vez más, debido a que el negocio es cada vez más rentable.

Poco antes de las elecciones Ana Botella firmó un contrato con la empresa Ecotextil Solidarity para implantar unos 170 contenedores por toda la ciudad. Por cada uno de ellos, la empresa paga 3200 euros al año, lo que se traduce en unos ingresos extra de unos 600.000 euros.

El número de empresas interesadas en intalar contenedores no cesa y por ello, desde la OCU, critican que se rentabilice lo que debería ser un servicio social.

Esa ropa que muchos entregan pensando que va a ir destinada para los más necesitado, es vendida en mercadilos o tiene un uso industrial.